Lo más destacado del EAU24 sobre la investigación del cáncer de vejiga
La Asociación Europea de Urología 2024 (EAU24) es el Congreso Anual de Urología más importante de Europa, que tuvo lugar del 5 al 8 de abril en París, Francia.
Hemos seleccionado tres estudios de investigación sobre el cáncer de vejiga presentados en EAU24.
Quimioterapia localizada para personas con cáncer de vejiga no músculo-invasivo de alto riesgo
El estudio SunRISe-1 está evaluando la eficacia y seguridad de TAR-200, un nuevo tratamiento para personas con cáncer de vejiga no músculo-invasivo de alto riesgo a las que el tratamiento estándar con BCG no les funcionó y que no pueden someterse a cirugía (cistectomía). TAR-200 es un sistema de administración de fármacos que libera el quimioterápico gemcitabina directamente en la vejiga, con el fin de tratar el cáncer localmente.
Tras 11 meses, el 77% de las personas que recibieron TAR-200 no mostraban signos de cáncer. La mayoría de los efectos secundarios eran de bajo grado y estaban relacionados con las vías urinarias, pero eran manejables con tratamiento sintomático. Los efectos secundarios graves fueron poco frecuentes y muy pocas personas interrumpieron el tratamiento debido a ellos.
ADN tumoral circulante, cistectomía e inmunoterapia en personas con cáncer de vejiga músculo-invasivo
El estudio IMvigor011 explora actualmente la importancia de monitorizar el ADN tumoral circulante (ADNtc) en personas con cáncer de vejiga invasivo muscular que han sido sometidas a una intervención quirúrgica (cistectomía) para extirparles la vejiga. Una parte del estudio se centra en las personas que no presentan ADNtc tras la intervención quirúrgica, un signo que podría indicar que están libres de cáncer.
El ctADN son pequeños fragmentos de ADN que las células cancerosas liberan en el torrente sanguíneo. Dado que el ctADN procede de células cancerosas, puede proporcionar información específica sobre las mutaciones o cambios en estas células. Las pruebas de ADNct a menudo deben personalizarse para cada persona, ya que las alteraciones genéticas del ADN tumoral pueden variar mucho.
Anteriormente, el ctADN se ha utilizado para identificar a personas con alto riesgo de que su cáncer reaparezca tras la cirugía. El estudio actual, IMvigor011, está probando la eficacia de administrar el fármaco atezolizumab en comparación con un placebo a estas personas de alto riesgo que tienen ctADN en sangre. El atezolizumab es conocido por bloquear una proteína (PD-L1) que las células cancerosas utilizan para evitar ser atacadas por el sistema inmunitario.
En la investigación presentada aquí se analizó específicamente a personas que seguían siendo negativas al ctADN a través de múltiples pruebas después de la cirugía. Este grupo fue sometido a un estrecho seguimiento mediante análisis de sangre y escáneres durante un año. Los resultados son prometedores: muchas de estas personas no experimentaron recurrencia del cáncer durante este periodo, lo que sugiere que la negatividad continuada del ctADN podría ser un buen indicador de la supervivencia libre de enfermedad. Esto podría ayudar a los médicos a decidir qué personas podrían omitir con seguridad el tratamiento posterior a la cirugía, evitándoles efectos secundarios innecesarios.
Este estudio forma parte de una investigación en curso y destaca el potencial del ADNct como herramienta valiosa para orientar las decisiones sobre el tratamiento del cáncer. Sin embargo, se centra únicamente en las personas que dieron sistemáticamente negativo en las pruebas de ADNct.
Inmunoterapia tras cistectomía radical en personas con cáncer de vejiga músculo-invasivo
El estudio CheckMate 274 es un proyecto de investigación que examina la eficacia de un fármaco de inmunoterapia denominado nivolumab en personas con cáncer de vejiga con invasión muscular que se han sometido a una intervención quirúrgica (cistectomía) para extirpar el cáncer. Este fármaco es conocido por bloquear una proteína (PD-L1) que las células cancerosas utilizan para evitar ser atacadas por el sistema inmunitario.
El estudio descubrió que nivolumab, cuando se administraba después de la cirugía, mejoraba el tiempo que las personas permanecían libres de cáncer en comparación con las que no recibían nivolumab. En general, las personas tratadas con nivolumab vivieron más tiempo que las que recibieron placebo. La media de supervivencia global fue mayor con nivolumab: más de 69 meses, frente a algo más de 50 meses sin nivolumab. Los beneficios de nivolumab se mantienen a lo largo del tiempo, incluida la reducción de las probabilidades de que el cáncer reaparezca en cualquier parte del cuerpo o se extienda a órganos distantes.
Lea más sobre los aspectos no científicos más destacados del programa en esta entrada del blog de Melanie Costin, de Fight Bladder Cancer, en el Reino Unido.
Más información sobre el Congreso 2024 de la Asociación Europea de Urología.
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